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QUE PEQUEÑO ES EL MUNDO

Hace unos días, con Christian Tamayo y Juan Botella como contertulios de excepción, comentábamos entre estiramiento y estiramiento un video que habían enlazado en el foro de Atletismo Profesional de El Atleta de la final de 10.000 ml del Campeonato del Mundo Junior de 1992. En las imágenes (os dejo el video aquí abajo) se observa como el atleta keniano Machuka, al verse superado por el etiope Gebrselassie, no puede contener la rabia y le lanza una palmadita en la espalda...



Pues bien, el amigo Tamayo, en uno de sus alardes de genialidad memorística, echo mano de su motor de busqueda y nos ilustró con otra anécdota de las que han marcado la historia del atletismo. Se trata de la final, también de 10.000 ml y también en el año 92, pero en este caso de los JJ.OO. de Barcelona. Y casualidades de la vida, en el mismo foro de El Atleta han enlazado hoy el video de esa final, junto a una breve descripción de lo ocurrido (fuente original: Keikai Blog) que reproduzco textualmente.




"... Otro momentito interesante y algo bizarro fue en la final de los 10.000 metros masculinos. Hacia mitad de carrera se quedaron liderando la prueba el marroquí Khalid Skah y el keniata Richard Chelimo. Así iban pasando los kilómetros, hasta que un doblado, el también marroquí Hammou Boutayeb, empezó a incordiar de modo antideportivo al pobre Chelimo, poniéndose a su lado, adelandándole, frenando en seco, etc. Un juez trató de sacar a Boutayeb de la pista agarrándole de la camiseta y diciéndole que estaba descalificado y no siguiera dando la matraca, pero nada, que no hubo manera. Boutayeb solo se retiró a falta de una vuelta.

Al final Skah ganó la medalla de oro y Chelimo la de plata. Por supuesto el público estaba indignado contra Skah, ya que consideraban que los dos marroquíes habían actuado de forma concertada para perjudicar al keniata. Durante la vuelta de honor la gente no paraba de pitar tirándole toda clase de objetos. Minutos después los jueces descalificaron a Skah y declararon ganador a Chelimo.

Sin embargo los marroquíes se encabronaron y Skah llamó a los jueces racistas y ladrones. Total, que al final le devolvieron el oro. Durante la ceremonia de entrega de medallas se produjo la pitada más estruendosa que se recuerda en unos Juegos."