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"Hamilton no fallará"


Kerry Spackman, matemático, astrofísico y neurólogo, lleva cuatro años trabajando para fortalecer la mente del británico


Puede que un amplio sector del paddock de la fórmula 1 piense que todo lo que está ocurriendo con el británico Lewis Hamilton tendrá un final. Desde que fue desgranando sus primeros récords esta temporada, muchos especialistas adujeron que tarde o temprano iba a sentir la presión y que acabaría fallando. Sin embargo, hay una persona que sabe perfectamente hasta dónde puede llegar el emergente piloto de McLaren-Mercedes. Se llama Kerry Spackman y es un matemático y astrofísico neozelandés que decidió doctorarse en neurología para poder estudiar el comportamiento del cerebro de un piloto de coches por la impresión que le causó conocer a Jackie Stewart, también británico y campeón mundial en 1969, 1971 y 1973. Spackman lleva cuatro años trabajando con Hamilton. Es quien mejor le conoce psicológicamente. Y afirma: "Hamilton está preparado. No fallará".


En estos últimos cuatro años, la principal misión de Spackman ha sido la de fortalecer la mente de Hamilton y dotarla de una mayor capacidad para saber controlar las emociones y las reacciones ante la adversidad. "Conducir un coche de fórmula 1 es como ser perseguido por un tigre", afirma Spackman buscando un símil a la dificultad que supone trabajar constantemente a una velocidad de vértigo; "estás en un medio que amenaza tu vida, en el que recibes muchos impactos y sientes emociones fuertes e inusuales. Pero la reacción que debes tener ante todo eso es la de un ajedrecista, capaz de analizar las siguientes tres jugadas. Debes mantener la calma y la concentración".


No es fácil conseguir todo eso. Y hace falta un trabajo largo y metódico para que, incluso en las situaciones más extremas, el corazón no comience a latir tan rápido como el coche y pueda mantenerse todo bajo control. "Respirar lenta y profundamente ayuda a ralentizar todo el proceso del cuerpo y el cerebro comprende que no debe ser tan aprensivo frente a estas situaciones", comenta Spackman. Sin embargo, es evidente que el cerebro humano no ha sido diseñado para todo eso. A cualquier persona le resultaría imposible reaccionar así ante una situación de terror. Pero, en el tiempo que lleva trabajando con Hamilton, Spackman ha logrado, a través de métodos concretos, elevar su nivel de análisis a unas cotas impensables.


"En casi todos los deportes, el atleta lleva su cerebro hasta el límite. Los coches de fórmula 1 tienen unas reacciones inmediatas, excesivamente rápidas para ser asimiladas por el cerebro", explica Spackman; "es como si los seres humanos tuviéramos un computador en la cabeza y los atletas de élite necesitaran un superordenador". Todo el trabajo de Spackman va dirigido a lograr que el cerebro de Hamilton sea capaz de reaccionar de una manera mecánica para encontrar la mejor solución ante cualquier emergencia. "Cuando el Ferrari de Michael Schumacher sobreviraba en una curva, el alemán tenía más de 10.000 soluciones en la cabeza. Pero elegía mecánicamente la mejor".


En opinión de Spackman, es tan importante desarrollar la capacidad analítica de un piloto como su memoria porque mantiene en actividad al cerebro y aumenta la capacidad de conservación de datos. "Muchas veces hacemos ejercicios repetitivos simulando situaciones que se resuelven de dos formas distintas. Trabajamos a veces a través del simulador o simplemente de forma verbal. Él debe elegir la correcta. Cuando los impactos llegan a gran velocidad, es difícil discernir. Pero cuando te llegan normalmente no tienes problemas. La cuestión es incrementar la memoria a través de ejercicios que te permitan individualizar los detalles más sutiles e identificar, sin pensar, la mejor respuesta. Sólo cuando logras eso estás preparado para solucionar las emergencias".


Las enseñanzas de Spackman parece que han dado resultado. En su primer año en la fórmula 1, Hamilton no sólo no se ha bajado del podio en las seis carreras disputadas, sino que el pasado domingo logró en Montreal su primera victoria. Y ya es el líder del Mundial, con ocho puntos de ventaja sobre su compañero de equipo, Fernando Alonso, y 15 sobre Felipe Massa, de Ferrari. Y, aunque faltan once grandes premios para la conclusión del campeonato, ha confirmado ya que hay que contar con él en la lucha por el título. Para algunos analistas, es incluso el candidato más firme. Spackman tiene mucho que ver en todo eso.


El impacto mediático es otro de los aspectos que debe controlar Hamilton, especialmente después de su triunfo, que le ha valido encendidos y unánimes elogios en la prensa mundial. "Es el nuevo héroe británico", sentencia en su titular de portada The Times. En páginas interiores, Simon Barnes, uno de los columnistas más populares del Reino Unido, compara "la extraordinaria serenidad" mostrada por Hamilton con contados casos del deporte, "si acaso Woods, Zidane, Cruyff y Federer cuando no se enfrenta a Nadal". The Guardian asegura que la victoria del piloto de McLaren "pasará a formar parte de la historia como uno de los mayores logros del deporte". "Hamilton, el primero de la clase", titula L'Equipe. La Gazzetta dello Sport, en referencia al espectacular accidente de Kubica, dice: "Hamilton, más grande que el miedo". Destaca que se trata de la primera victoria de un negro y recuerda los precedentes en otros deportes: Jack Johnson, primer campeón mundial negro de los pesos pesados, en 1908; Arthur Ashe, primer ganador negro de un torneo de tenis del Grand Slam, en 1969, y Tiger Woods, primer negro en conquistar el Masters de Augusta de golf, en 1997.


fuente: elpais.com (Manel Serras)