Querido Dwain, Por tu petición, esta carta es para confirmar que estoy dispuesto a ayudarte para ofrecer al deporte británico y a otros una información que ayudará a mejorar la efectividad de los programas antidopaje. Abajo se muestran los detalles de cómo fuiste capaz de engañar a los controles de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) y de la británica durante un largo periodo de tiempo. Tu programa de dopaje incluyó las siguientes siete sustancias prohibidas: THG, testosterona/epitestosterona en crema, EPO (Procrit), HGH (Serostim), insulina (Humalog), modafinil (Provigil) y liotironina, una forma sintética de la hormona tiroidea T3.
THG
Al principio era un esteroide indetectable apodado 'the clear'. Antes se utilizaba fuera del periodo de competición y se administraba dos días a la semana, normalmente, los lunes y los miércoles. Normalmente, estos eran los días con mayor carga de entrenamiento. El producto acelera los procesos de rehabilitación y la reparación de los tejidos. 30 unidades del líquido se colocan bajo la lengua durante la mañana. Se suele utilizar en ciclos de tres semanas de tratamiento y una libre.
Testosterona/epitestosterona (en crema)
También se usaba en principio fuera del periodo de competición. Se aplica por vía cutánea en el antebrazo dos días a la semana, generalmente los martes y los jueves. La dosis era de un gramo, el cual contenía 50 miligramos de testosterona y 2.5 miligramos de epitestosterona. Su propósito era compensar la reducción de testosterona endógena causada por el uso de THG y también para acelerar el tiempo de recuperación tras una intensa fatiga. La testosterona/epitestosterona se administraba en ciclos de tres semanas de tratamiento y una libre.
EPO
Se consumía tres días a la semana durante la 'fase correctiva', que engloba las dos primeras semanas de un ciclo. Normalmente, se reservaba para los lunes, miércoles y viernes. Sólo se usaba una vez a la semana durante la 'fase de mantenimiento' , habitualmente los miércoles. La dosis era de 4.000 unidades por inyección. Su propósito consiste en incrementar el número de glóbulos rojos en la sangre y mejorar el rendimiento del oxígeno y su utilización. La sustancia dota a los 'sprinters' de una gran ventaja porque permite aumentar el número de series en los entrenamientos y afrontar una mayor carga de esfuerzo fuera de los meses de competición. La EPO es indetectable aproximadamente 72 horas después de administrarlo por vía subcutánea (abdomen) y sólo 24 horas si se hace por vía intravenosa.
HGH
Se usaba tres noches por semana, normalmente, los lunes, miércoles y viernes. Cada inyección contenía 4,5 unidades de la hormona de crecimiento. De nuevo, esta sustancia se utilizaba originalmente en los meses de pretemporada para favorecer la recuperación tras un entrenamiento muy intenso.
Insulina
Se usa también después de un entrenamiento intenso durante la pretemporada. Tres unidades de Humalog (insulina de acción rápida) se inyectaban inmediatamente después del entrenamiento junto con una bebida energética que contenía 30 gramos de dextrosa, 30 gramos suero de proteína y tres gramos de creatina. Su propósito es llenar de nuevo los depósitos de glucosa, resintetizar la molécula trifosfato de adenosina (ATP) y facilitar la síntesis de las proteínas y el crecimiento muscular. La insulina actúa como vehículo en el transporte de glucosa y aminoácidos. En la actualidad no existe un test aceptado para detectar esta sustancia.
Modafinil
Se usa como agente que estimula el estado de alerta antes de la competición. Su propósito es reducir la sensación de fatiga y mejorar el tiempo de reacción. Una hora antes de la prueba se consume una tableta de 200 miligramos.
Liotironina
Se usa para acelerar el metabolismo antes de la competición. Reduce las consecuencias de la inactividad e incrementa la rapidez. Una hora antes de la competición se ingieren dos tabletas de 25 gramos. En la actualidad no existe un test aceptado para detectar esta sustancia.
En términos generales, los atletas de fuerza explosiva, como los velocistas, usan esteroides anabolizantes, hormonas de crecimiento, insulina y EPO durante los meses sin competición. Usan estas drogas junto con un programa de entrenamiento intensivo, gracias al que desarrollan una fuerza básica que les servirá durante toda la temporada. El trabajo para ganar velocidad se inicia justo antes del inicio de la temporada. Es importante comprender que no es realmente necesario para los atletas tener acceso a esteroides anabolizantes de diseño, como la THG. Pueden utilizar testosterona de acción rápida (en cremas, gel o pastillas) y escapar fácilmente de los análisis. Por ejemplo, tomada de forma oral, la testosterona desaparecerá del sistema en menos de una semana, y las cremas y geles lo consiguen incluso más rápido.
La 'técnica del regate'
Muchos atletas recurren a lo que nosotros llamamos 'técnica del regate'. Así funciona:
Primero, el atleta llama repetidas veces a su teléfono móvil hasta saturar su capacidad para almacenar mensajes. De esta forma, el atleta puede declarar que no recibió ningún mensaje cuando decida volver a estar localizable. Segundo, el atleta ofrece una información incorrecta en su formulario de localización. Dice que va a estar un sitio y luego va a otro. A partir de ese instante, comienzan a usar testosterona, hormonas de crecimiento y otras drogas durante un ciclo corto de dos o tres semanas.
Cuando el atleta interrumpe durante unos días el uso de drogas y sabe que el test resultará negativo, vuelve a estar localizable en las instalaciones habituales. La mayoría de los atletas se someten a dos controles año de forma aleatoria cuando no se encuentran en periodo de competición. Cuando aparece un responsable de realizar los análisis y el atleta no se encuentra dónde debería, entonces recibirá el primer aviso por no someterse al control. Sería como un 'strike uno' en el béisbol. El reglamento actual sobre dopaje permite al deportista dos ausencias en un periodo de 18 meses sin aplicar sanción alguna. Entonces, la desventaja para el atleta que ha faltado a un test es que ya tiene un 'strike' en su contra. La ventaja es que durante ese periodo ha recibido un ciclo de esteroides. El atleta puede seguir regateando hasta que tenga dos 'strikes', lo que significa que puede doparse hasta entonces.
Más controles en el último cuarto del curso
En resumen, en mi opinión más del 50% de los controles efectuados cada año deberían realizarse durante los periodos sin competición o en el último cuarto de la temporada. Éste es el periodo cuando los atletas más 'regatean' y usan esteroides anabolizantes y otras drogas. Permitidme ofrecer alguna información para vuestra consideración. Si echáis un vistazo a las estadísticas de la Agencia Antidopaje de EEUU (USADA) sobre los controles realizados fuera de temporada durante cada cuarto del año 2007, los resultados son los siguientes: 1208 en el primero, 1295 en el segundo, 1141 en el tercero y sólo 642 en el cuarto.
Al final de 2003, aconsejé a la USADA sobre la importancia de realizar controles aleatorios durante el último cuarto del año. Al principio parece que hicieron caso de mis consejos porque incrementaron el número de análisis durante ese periodo en 2004, 2005 y 2006. En cualquier caso, no continuaron con esta práctica en 2007. ¿Por qué decidió la USADA realizar sólo el 15% de los controles anuales fuera de competición durante el último cuarto? No olvidemos que éste es un periodo de pretemporada en un año de JJOO. Esto es el equivalente a un pescador que sabe que el pescado está a punto de picar y entonces, conscientemente, decide que es tiempo de soltar el carrete, apoyar la caña y echarse una siesta. En varias ocasiones, he ofrecido información a la USADA y la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) en un intento por ayudarles y establecer políticas y procedimientos de control más efectivos. Poseo más información y me gustaría ofrecerte a ti y al deporte británico, pero lo dejaré para otra ocasión.
Espero que esta información sea de ayuda. Estoy disponible para asistirte en este sentido.
Sinceramente,
Victor Conte